domingo, 10 de febrero de 2013

EL DOLOR, siempre tiene alternativas

Nunca se valora lo que sobra sino lo que escasea. Y en salud no es diferente. El problema se hace más ostensible si la falta de salud no es puntual sino que se cronifica, en estos casos la actitud cambia, o debe de cambiar por  pura necesidad.
            Luis Rojas Marcos, está divulgando la nueva relación sanitarios-pacientes ante la avalancha de información sanitaria que nos llega a través de internet, el derecho que tiene este paciente a estar bien informado,  de tal forma que la decisión final  pueda ser una decisión compartida y fundamentada.
El dolor hace ya tres años que ha sido catalogado por la OMS como una enfermedad, no como un síntoma, considerándose como tal si persiste durante seis meses y no remite con los tratamientos convencionales.
Las cifras hablan por sí solas debido al envejecimiento de la población y a un mejor diagnóstico, en el año 2003 las personas que sufrían dolor no oncológico suponía el 11% de la población, en la actualidad es el 17%. Y este dolor persiste una media de 5 años,  cronificándose en la mitad de los casos. Con todos estos datos, la información sigue siendo la tarea pendiente en el sentido de concienciarnos que el estilo de vida tiene mucho que decir, el sedentarismo y la alimentación son claves, y que hay mitos que desterrar como el temor a la adicción en los opiodes y los efectos secundarios.
Con demasiada frecuencia el dolor se asume sin más, a pesar de que existen soluciones para paliarlo. Para mejorar la calidad de vida es fundamental la correcta identificación del dolor donde el paciente desempeña un papel fundamental.
El dolor más frecuente es al que afecta a huesos y articulaciones sobre todo el dolor de espalda, seguido por el articular, el de cabeza y el de hombros. De todas ellas la lumbalgia es la verdadera estrella, y el que lo ha padecido  sabe verdaderamente el grado de invalidez que puede llegar a ocasionar. Sin embargo,   pocos saben  las ventajas de las combinaciones de analgésicos y vitaminas en su tratamiento.
Por sus efectos, las vitaminas son campo abonado de investigación. Ente ellas las del grupo B, por su carácter hidrosoluble, y por tanto poco tóxicas, y sus efectos neurológicos se están utilizando de forma muy efectiva como complementarios a los analgésicos tradicionales. Concretamente nos referimos a la combinación de vitaminas B1, B6 y B12, ya que está demostrado científicamente que es la combinación de ambas, más que sus ingesta individual, la que tiene esos efectos y a su vez es independiente del estado nutricional.
            En la lumbalgia el reposo solo es aconsejable los cuatro primeros días, a partir de entonces se debe mantener el máximo de actividad  posible, inclusive su actividad laboral. En cambio los ejercicios especiales para la lumbalgia sólo son aconsejable si la lumbalgia se cronifica es decir a partir de las seis semanas. Por el contrario los tratamientos físicos  (masajes, vendajes neuromusculares, ultrasonidos, calor local, onda corta,) sólo se han demostrado útiles en la lumbalgia aguda,  no existen aún evidencia  para  la crónica. Pero, ante  todo, debemos tener bien presente las medidas preventivas.