sábado, 6 de julio de 2013

Un poco de historia para enteder la simbología

             El hecho de que mi suegro dominase el alemán, gracias a los años en que estuvo en Suiza ampliando estudios de edafología, hizo que durante años nuestra farmacia de El Ramal fuese identificada, además de por el reloj que teníamos en la fachada, como la farmacia “APOTHEKE”, su traducción a este idioma. Esta palabra viene derivada de APOTECA que del griego se traduce como almacén. Las lenguas romances hicieron perder la letra “A” inicial y las lenguas bizantinas hicieron transformar la letra “E” en “I”, de forma similar a lo que ocurre hoy en día con el inglés. Todo eso derivó en BOTICA, palabra que tristemente va desapareciendo aunque otras aparece plenamente vigente como botiquín. Algo similar ocurrió con el almacén del vino que se transformó en bodega. La palabra farmacia también tiene origen griego, ya Hipócrates lo mencionaba, aunque su utilización  específica como ciencia de los medicamentos es más tardía que la de apoteca.

               

La simbología te refuerza el sentimiento de pertenecer a un grupo, lo cual es importante en todas las sociedades. Esto aplicado al sector profesional fue considerado por muchos como corporativismo. Hoy en día, sin embargo,  cobra especial vigencia con la nueva ley de colegios profesionales cuando   encomienda a éstos la importancia debida como valedores de la profesionalidad de un gremio. En la farmacia tenemos dos símbolos la Cruz de Malta y la Copa de Higía.



La Cruz de Malta nos recuerda nuestras raíces cristianas  y orientales, tiene su orígen en la orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén y por tanto especialmente relacionado con el sector sanitario al fundar los hospitales donde se atendía a los peregrinos en la época de los cruzados. Esta costumbre de ensanchar los extremos de la Cruz ha sido muy utilizada en la heráldica. Nos viene al recuerdo las Cruces de Hierro al mérito militar alemán que pese a lo que se cree no son un símbolo hitleriano. También lo podemos ver en otros símbolos religiosos, como la letra griega Tau, símbolo franciscano de una cruz a la que le falta el extremo superior y que en su momento llegó a tener carácter de dogma.


La Copa de Higía es el otro símbolo que nos recuerda nuestras raíces helénicas, paganas u occidentales. Higia, o su versión romana Salus, era en la mitología griega hija del Dios de la Salud Asclepio (Esculapio en la civilización romana) y nieta de Apolo. Términos como Higiene o Salud vienen derivadas de ella. La vara de Esculapio con una serpiente enroscada en ella junto la copa en donde Higía elaboraba los elixires dieron origen a la copa característica. La serpiente y la vara son símbolos de poder y de renovación, de poder sanar y de regenerar vida al cambiar su piel con facilidad. Pero de igual forma nos recuerda que su mal uso puede matar pues como decía Paracelso no existen sustancias tóxicas sino cantidades tóxicas. En este símbolo viene reflejado por tanto la función de custodia del farmacéutico que de igual forma que antaño se cerraba bajo llave el cuarto de los venenos hoy en día se cierra la gaveta de los  estupefacientes.

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